Hace unos minutos, los editores del diario Juventud Rebelde —también conocido como Senectud Obediente— deleitaron al personal con una errata en primera plana. Esto ocurre en el país de la “educación gratis”, ese logro que no se cansan de repetir los papagayos del castrismo.
Cristina Fernández fue resivida en La Habana con ese y con uve, o sea, como ella se merece.
Desde que la editora de Café Fuerte publicó el gazapo en Facebook, ya tuvieron tiempo para corregirlo en el diario caraqueño. Perdón, habanero.
Lo que no corrigieron fue la foto. La instantánea fue tomada por el nuevo fotógrafo de la dinastía: Alex Castro, que es además miembro del clan por vía sanguínea. Solo así se explica que sea esta la imagen que convoya el texto.
Si hace un par de días un diario camagüeyano mostraba al viejito sangrón que alguna vez fue Fidel Castro junto a Pinochet, en esta ocasión lo sacan a la luz de modo nada favorable: de perfil, envuelto en chandal de Adidas (el contrato no vence hasta el 2016), con los ojos cerrados, dándole la mano a una interlocutora cuya cara es matizada por un rictus momentáneo o varias sesiones de botox.
Con esta nota, hago constar lo obvio: poco a poco, el régimen cubano comienza a perder la batalla de la imagen.