Barbuda, brutal y desenfrenada
la gran revolución de pacotilla
diseñó al Hombre Nuevo con arcilla,
plomo, miedo y sangre coagulada.
Y el Hombre Nuevo, en balsa improvisada,
salió a buscar la luz de la otra orilla,
cansado ya de guerra y de guerrilla,
hediondo de consigna y marejada.
El Hombre Nuevo —golem de un sistema
que (cual Saturno) devora a sus nietos—
se echó a la mar y encomendó su suerte
a Dios, al viento y cualquier teorema
y aferrado a recuerdos y amuletos
gritó su redundante: «¡Patria o muerte!».
Excelente, gracias. Niobe.
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En esos versos se escucha el tres del guateque campesino y el tronar de la rabia fabril del obrero, ese pueblo que llora a Naborí, indio que enfrentó a indio (por buenas razones). Al regio Regino, pedroso en su cantera, su taller. A Ferrer, dando clase descalzo en Narcisa. Reciba felicitaciones de un guajiro, de áspera agnosia poética.
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Excelente Bustro…
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Estupendo, muy fuerte…
Saludos
F.C.
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Y con un par de Bustrones!…
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Se me fueron dos bustrones de más, Alexis…
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Que lindo, y que verdad
Felicitaciones
Omara
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«Hombre Nuevo con arcilla,
plomo, miedo y sangre coagulada»
A eso le pusieron «pasta de oca»
N
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